La Alimentación de tu Mastín

Cómo alimentar a tu cachorro. Lo mejor es seguir a la naturaleza. Es muy importante que apenas nazca el cachorro, mame inmediatamente el calostro de su mamá, porque le aportará las defensas y los nutrientes que va a necesitar en las primeras semanas de su vida. Los destetes serán siempre posteriores a los dos meses de vida.

Si lamentablemente la mamá muere o, por alguna razón, deja de producir leche, el cachorro se sentirá estresado y quedará propenso a perder peso y a enfermarse. En este caso necesitará cariño y paciencia, y de una solución para terminar su etapa de lactación, comprar leche de perra en polvo o, a falta de ésta, hacer un preparado con un vaso de leche entera de vaca, una yema de huevo, una cucharada de miel de abeja y un poco de grenetina natural. . Después del mes y medio de edad podemos sustituir paulatinamente el preparado o la leche de perra en polvo por alimento comercial para cachorro.

Como todos los cachorros, nuestro cachorro crecerá muy rápidamente durante los primeros semanas de vida: imagínate, debe duplicar su peso en poco tiempo; por ello su dieta debe ser más concentrada en nutrientes. Durante las primeras semanas después del destete tienes que ser muy cuidadoso con lo que le des de comer y alimentarlo por lo menos cuatro veces al día. Te recomendamos que le ofrezcas alimento comercial para cachorros, porque tiene la concentración adecuada de nutrientes. Conforme tu cachorro crece, sus necesidades nutricionales van disminuyendo en igual medida que la cantidad de alimento, por lo que deberás reducir gradualmente las veces que le das de comer, hasta llegar a dos o incluso una sola al día, a partir de los seis meses de edad. Ten cuidado de no darle demasiado alimento, pues se puede poner obeso. Un buen consejo para ello es que no le dejes el plato con la comida: es mejor que se lo retires 15 minutos después de habérselo ofrecido, evitando que se atragante y sienta malestar.

Alimentación para la vida: la etapa de crecimiento y la edad adulta. Al iniciar su crecimiento, tu perro empezará a comer menos, lo que no quiere decir que disminuya la calidad de su dieta sino que ésta sufre modificaciones importantes. En esta etapa es básico que lo ejercites para evitar la obesidad, fortalecer sus músculos y huesos y alcanzar un desarrollo óptimo. Además, es aquí en donde va a llegar a la madurez sexual, y si quieres destinarlo a la reproducción, es importante llenar sus requerimientos nutricionales con la alimentación adecuada, antes de cruzarlo.

Un perro bien alimentado es un perro guapo.

Es importante que establezcas bien el horario de alimentación y selecciones la cantidad y calidad del alimento de acuerdo a la actividad que realice tu mascota. Establecer un horario de comida ayuda a determinar los tiempos en que él o ella defecará u orinará y a formarte una rutina de limpieza del área afectada.

Según estudios realizados, y de conformidad con prácticas de manejo y conservación de mascotas, el alimento comercial es lo más adecuado. Existen en el mercado alimentos especiales para esta etapa, con los nutrientes necesarios y con fórmulas variadas para cada tipo de actividad.

Por una tercera edad feliz. Al llegar a la etapa en la que se puede considerar al perro un abuelito —de los 8 años en adelante— debes tomar consideraciones especiales: tu mascota no podrá llevar a cabo las mismas actividades de antes, al menos al mismo ritmo, y es posible que comience a tener dificultades para aprovechar correctamente los alimentos que consume a diario. Conclusión: debes variar su dieta.

Por ejemplo, con la baja en la actividad física pueden aparecer problemas de eliminación de grasas e incluso obesidad. Lo recomendable, entonces, es que aumentes la cantidad de fibra de su dieta, agregando más verduras y cereales —con lo que de paso le ayudas a combatir el extreñimiento— y disminuyas a cero la comida chatarra y los dulces.

 

Piensa también en proporcionarle alimentos más suaves, porque es generalmente en esta etapa en la que se comienzan a perder los dientes.

Una vez más, ahora para este caso, lo más fácil y recomendable es comprar un alimento comercial para perros viejos que esté al alcance de tu economía, o consultar a un médico veterinario para elaborar una dieta blanda casera que sea adecuada a tu perro.